Tenemos un drama que habla de la sociedad coreana, el servicio militar y la normalización de muchos tipos de maltratos. Sumándose el increíble reparto, con unos actores increíbles y una cinematografía única.

Primeramente, es impactante cómo podemos normalizar el abuso. Esto se ve en todos los ámbitos y la conclusión está en que queremos solo pensar en nosotros mismos por comodidad y no tendemos a ver más allá. Muchas veces queremos obviar lo evidente.

Una de las escenas que me impactó es cuando la madre de una víctima aún sabiendo que no se iba a hacer justicia por completo intenta convencer a su hijo de que esta en manos de la “justicia” que es lo que más brilla en este drama por su ausencia.

También vemos cómo abusan de su rango para mal, porque tienen tan normalizado que puedes abusar de los novatos simplemente porque a ti te lo hicieron en su momento y crees que son unas reglas a seguir. Encima nadie hace nada, nadie escucha y nadie ayuda. Literalmente lo hacen como si fuera un secreto a voces.

Sobre todo los dos últimos capítulos fueron muy impactantes, la evolución de uno de los personajes te deja sin palabras y te entristece por cómo arruinaron su vida completamente y se convirtió en alguien que no era.

No se profundiza a penas los problemas familiares de JunHo, pero se ve claramente que fue maltratado físicamente y psicológicamente por su padre y sobre todo su madre fue la víctima principal. Es un tema muy delicado y aunque no se desarrolló hay una escena en el que él le dice “¿Por qué no huyes?” Siento que es muy duro como normalizan tanto esos abusos e intentan olvidarlos de alguna manera porque se acostumbran a vivir con ellos. Sinceramente espero que en la segunda temporada también profundicen más y bien, porque a veces siento que no saben tratarlo como deberían.