Drama com un personaje femenino fuerte.
Es imposible no ver este drama y no pensar en Park Kyung Sun, el personaje que Lee Ha Nee, interpretó en The fiery Priest. Sí, el de aquella abogada encargada de investigar y acusar a los culpables de delitos penales que tenía unas ideas propias -y los bolsillos muy vacios- y que se caracterizaba por tener muy mala leche. O sea, se las pasaba gritando y mofándose de todo el mundo, o se encajaba muy bien entre el caótico del grupo encargado de castigar a los malos. Hacía buena pareja con el padre Michael.
Pues su papel ha sido copiado y con un pequeño cambio de nombre, ahora es Cho Yeon Joo, ahora se ve envuelta en un drama familiar que choca con su trágico pasado. Nuestra protagonista tiene un padre en la cárcel y pedió a su abuela por culpa de un conductor que la atropelló y se dio a la fuga. Ahora abogada del ministerio fiscal busca justicia, y lo hace a base de golpes y gritos. Ella es así.
Pero en sus investigaciones es atropellada, pierde la memoria de quién es y es confundida con Kang Mi Na, la esposa de Han Seong Woon, el hijo de la familia Han Seong cuyo patriarca posee un gran conglomerado de empresas pero que quiere aún más poder.
Resumiendo, la frenética Joo ahora es la impasible Mi Na. En su ayuda para descubrir qué hay detrás del accidente que casi le cuesta la vida, está Han Seung Wook, sobrino del jefe de la familia, que ha regresado a Korea para vengar la muerte de su padre.
Como le pasan a muchos dramas coreanos que se asientan en dicesiéis episodios algunos son muy buenos, con muchos elementos y otros son una pérdida de tiempo. Las escenas por ejemplo con las mujeres de la familia Han Seong no sirven para nada más que para dar publicidad a las empresas que apoyan la producción y para rellenar minutos, porque no hay espacio para que los personajes crezcan más allá de papel típico: madre política con aires de arpia, cuñada aprovechada, niñata rica y malcriada.
En cuanto a los personajes principales me encanta Lee Ha Nee, creo que es una de las actrices más hermosas que tiene Korea, además es super graciosa y el tener una voz más ronca de lo normal casa muy bien con los gritos que pega. El caso es que eso también puede ser un problema porque al final su personaje parece encasillado en eso, en pegar gritos y en pelear. Si en el caso de la serie del Padre peleón tenía personajes principales que mitigan esa tendencia, aquí Lee Han Nee es la gran protagonista y a veces eso sofoca todo la historia. Ni siquiera Lee Sang Yoon es su papel de Han Seung Wook consigue frenar esa locura, o al menos dar un poco de balance a los caracteres a través de su dulce romance, porque sienceramente, el aspecto amoroso está muy poco trabajado. La verdad es que no he terminado de creerme a estos dos como pareja, generalmente en sus escenas están más que separados físicamente y no existe una gran conexión entre ellos. No es una de las parejas que puedes ver en un futuro lejano teniendo una vida en común.
En cuanto a Lee Won Keun me ha encantado su papel, es el que más me ha gustado de todos, aunque Jin Seo Yun como hija de la familia Han Seong, y la malvada de toda la historia, ha sido casi perfecta. El premio que recibió ha sido más que merecido.
En términos generales ha sido una serie con altos y bajos, con momentos divertidos y también con otros aburridos, con una trama de intriga que no se enreda lo suficiente pero que se alarga en exceso y a veces da vuelta sobre sí misma durante mucho tiempo.
¿La volvería a ver? No. Creo que con una vez es suficiente.
Pues su papel ha sido copiado y con un pequeño cambio de nombre, ahora es Cho Yeon Joo, ahora se ve envuelta en un drama familiar que choca con su trágico pasado. Nuestra protagonista tiene un padre en la cárcel y pedió a su abuela por culpa de un conductor que la atropelló y se dio a la fuga. Ahora abogada del ministerio fiscal busca justicia, y lo hace a base de golpes y gritos. Ella es así.
Pero en sus investigaciones es atropellada, pierde la memoria de quién es y es confundida con Kang Mi Na, la esposa de Han Seong Woon, el hijo de la familia Han Seong cuyo patriarca posee un gran conglomerado de empresas pero que quiere aún más poder.
Resumiendo, la frenética Joo ahora es la impasible Mi Na. En su ayuda para descubrir qué hay detrás del accidente que casi le cuesta la vida, está Han Seung Wook, sobrino del jefe de la familia, que ha regresado a Korea para vengar la muerte de su padre.
Como le pasan a muchos dramas coreanos que se asientan en dicesiéis episodios algunos son muy buenos, con muchos elementos y otros son una pérdida de tiempo. Las escenas por ejemplo con las mujeres de la familia Han Seong no sirven para nada más que para dar publicidad a las empresas que apoyan la producción y para rellenar minutos, porque no hay espacio para que los personajes crezcan más allá de papel típico: madre política con aires de arpia, cuñada aprovechada, niñata rica y malcriada.
En cuanto a los personajes principales me encanta Lee Ha Nee, creo que es una de las actrices más hermosas que tiene Korea, además es super graciosa y el tener una voz más ronca de lo normal casa muy bien con los gritos que pega. El caso es que eso también puede ser un problema porque al final su personaje parece encasillado en eso, en pegar gritos y en pelear. Si en el caso de la serie del Padre peleón tenía personajes principales que mitigan esa tendencia, aquí Lee Han Nee es la gran protagonista y a veces eso sofoca todo la historia. Ni siquiera Lee Sang Yoon es su papel de Han Seung Wook consigue frenar esa locura, o al menos dar un poco de balance a los caracteres a través de su dulce romance, porque sienceramente, el aspecto amoroso está muy poco trabajado. La verdad es que no he terminado de creerme a estos dos como pareja, generalmente en sus escenas están más que separados físicamente y no existe una gran conexión entre ellos. No es una de las parejas que puedes ver en un futuro lejano teniendo una vida en común.
En cuanto a Lee Won Keun me ha encantado su papel, es el que más me ha gustado de todos, aunque Jin Seo Yun como hija de la familia Han Seong, y la malvada de toda la historia, ha sido casi perfecta. El premio que recibió ha sido más que merecido.
En términos generales ha sido una serie con altos y bajos, con momentos divertidos y también con otros aburridos, con una trama de intriga que no se enreda lo suficiente pero que se alarga en exceso y a veces da vuelta sobre sí misma durante mucho tiempo.
¿La volvería a ver? No. Creo que con una vez es suficiente.
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