Los amantes de la música clásica y de las historias de amor sin estridencias ni grandes sobresaltos encontrarán en este drama todo lo que buscan. Es un drama maravilloso, elegante, íntimo con una muy buena historia pero sin prisas ni sentimientos exagerados. La historia se desarrolla siempre a buen ritmo y no pierde fuelle en ningún momento. Quizá los latinos nos exasperemos en ocasiones con los silencios, con las palabras que no se dicen en esta historia de amor, porque nosotros gritaríamos, exigiríamos, reclamaríamos más abiertamente si estuviéramos en la piel de los protagonistas, pero ellos no son así. Park Eun Bin en la piel de una tenaz estudiante de violín y Kim Min Jae en su papel de exitoso pianista hacen una interpretación magistral de dos personas de pocas palabras pero mucho mundo interior. La música lo envuelve todo, y acompaña nuestro viaje a través de 16 capítulos hasta su maravilloso y redondo final. A mi parecer merece mucha más puntuación, yo la he disfrutado mucho!!!