Uno de los doramas más lindos que he visto
La empecé por curiosidad, sin esperar nada, sólo porque tenía ganas de ver algo liviano de deportes, me crucé el póster oficial y me pareció simpático. Además, ¿hay algo mejor que un dorama sobre pandilleros japoneses haciendo deporte? Pero la cuestión es que resultó ser un dorama buenísimo. Para ser del 2010 y con esta temática, tiene una producción muy buena. Más increíble aún es lo bien que actúan todos. Si han visto jdramas, sabrán que la sobreactuación es algo común, parte de su estilo. Sin embargo, a veces esa sobreactuación puede ser contraproducente, pero en Tumbling todos realmente actúan muy bien, y cuando se ponían intensos, yo la re viví con ellos.
Lo mejor de todo es, ¡que los actores interpretan todas las coreografías de gimnasia rítmica ellos mismos! Es increíble la dedicación que claramente pusieron en sus papeles y verlos hacer piruetas sin ser gimnastas profesionales me parece alucinante y razón mayor para aplaudir ese casting.
No puedo explicar lo mucho que me encariñe con todos los personajes y el grupo de amigos que forman. En el segundo capítulo yo ya estaba muriendo y chillando con cada cosa que pasaba porque la intensidad que manejan está al nivel del spokon más apasionado, y tocan temas adelantados a su época. Wataru es un protagonista maravilloso y como grupo forman un vínculo precioso, sentís que realmente todos se quieren un montón y las historias de cada uno están muy bien contadas. Amé cada minuto de sus once episodios con todo mi corazón.
Habiéndolo ya vuelto a ver, confirmo que me encanta esta serie y se ha vuelto una de mis favoritas.
Lo mejor de todo es, ¡que los actores interpretan todas las coreografías de gimnasia rítmica ellos mismos! Es increíble la dedicación que claramente pusieron en sus papeles y verlos hacer piruetas sin ser gimnastas profesionales me parece alucinante y razón mayor para aplaudir ese casting.
No puedo explicar lo mucho que me encariñe con todos los personajes y el grupo de amigos que forman. En el segundo capítulo yo ya estaba muriendo y chillando con cada cosa que pasaba porque la intensidad que manejan está al nivel del spokon más apasionado, y tocan temas adelantados a su época. Wataru es un protagonista maravilloso y como grupo forman un vínculo precioso, sentís que realmente todos se quieren un montón y las historias de cada uno están muy bien contadas. Amé cada minuto de sus once episodios con todo mi corazón.
Habiéndolo ya vuelto a ver, confirmo que me encanta esta serie y se ha vuelto una de mis favoritas.
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